En el corazón de la Matanza, se encuentra desde hoy el natatorio de la Parroquia San José. Agua de vida, agua de dignidad para los barrios más castigados, para las familias que más sufren, para que los hijos de los barrios más pobres crean en la igualdad. Dignidad, esa es la palabra que nos hace iguales en la búsqueda de la justicia social, que se hace concreta en una palabra: oportunidad. Pasen y vean, todavía San José y su hijo siguen soñando. Y los sueños de Dios, tarde o temprano, se hacen realidad.