Inicio del CFP y Secundaria de Adultos


Hoy, como parte del Proyecto Educativo San José, se continuó con las aperturas de nuevos espacios educativos: se recibió un guardapolvo traído desde Roma, se inauguró el Centro de Formación Profesional y la escuela secundaria de adultos.

Luego de su viaje al Vaticano, nuestro obispo, Eduardo García, visitó el Colegio San José para saludar a los chicos que comenzaron su segunda semana de clases, y compartir un obsequio de alguien que quiere seguir «acompañando este camino de cerquita»: el Papa Francisco. De sus manos recibió un guardapolvo que simboliza a todos los chicos y a todos los que van a pasar por ese lugar. Con su firma en él, quiso bendecir esta escuela y el Proyecto Educativo.

Durante la mañana, junto al padre Nicolás Tano Angelotti» y la intendente municipal, Verónica Magario, el obispo recorrió las instalaciones del Colegio Primario, compartió una entrevista en la radio «La Voz de San José», visitó la Salita de Primeros Auxilios «Madre Teresa de Calcuta» y dio inicio al ciclo lectivo del Centro de Formación Profesional en el Polideportivo Papa Francisco.

La primer mandataria vecinal, expresó su gratitud a la Iglesia por la obra que emprende, señalando que no se detenga y «que, al contrario, se multipliquen y, no sólo en estos barrios, sino en todos los barrios de La Matanza». También, comparte con la comunidad una propuesta, principalmente, a los alumnos del CFP, para que «cuando se capaciten tengan una salida laboral en cada lugar, en cada rincón, en cada fábrica y en cada lugar del Estado o en casa o donde sea» que se monte una «estructura para producir y para trabajar». Remarca, además, la necesidad de un trabajo de vínculos estrechos y asume el compromiso de garantizar el equipamiento, desde la provisión de todos los manuales en forma gratuita, las computadoras para los jardines, hasta los kits de robótica y los útiles para todos los alumnos.

Por otra parte, el obispo destaca la importancia de los espacios creados, como punto de partida para «cuidar la vida», ayudarla a crecer, curarla, darle oportunidades, pensar en el futuro, un futuro más lindo. Además, indica que los barrios deben vivir las «3T: Tierra, Techo y Trabajo», considerándola como una regla de base, ya que sobre ellas pueden sostenerse las «3C: Colegio, Capilla, Club», recordándolas despacito hasta que entren en el corazón y «se hagan vida», porque con ello «todo lo demás se ordena»: lo que buscamos, lo que queremos, lo que hacemos y «desde donde miramos la vida».

Luego, por la tarde, se inauguró el Centro Educativo de Nivel Secundario N°492. El acto se inició con las palabras de Ana Gómez, una alumna que escribió una dedicatoria al Proyecto Educativo San José, agradeciendo, especialmente, al P. Tano porque trajo esperanzas, los mantiene pie ante cada tropiezo, «acompañado por un equipo maravilloso de docentes y directivos, pero por sobre todas las cosas, nos hace acordar todos los días que Dios nos ama a todos por igual».

También se hizo presente, el Director de Educación de Adultos de la Provincia de Buenos Aires, Pedro Schiuma, quien resalta la importancia el Estado acompañando estas iniciativas, «porque la escuela forma, más que nada, ciudadanos», y que el Estado debe estar para garantizar el acceso a la escuela, brindar las condiciones para que las personas puedan superarse, puedan tener acceso a una movilidad social mejor, puedan lograr un mejor trabajo, «puedan tener más herramientas para defenderse en esta sociedad a partir de esta comunidad». Además, remarca que «estas herramientas también hay que ponerlas al servicio del bien común», ya que aunque el bien individual mejora a partir de lo que se adquiere en la escuela, «eso tiene que ir al bien común que entre todos generamos, y vamos a hacer, seguramente, que nuestras comunidades sean mejores».

Para la bendición del CENS, se contó con la presencia del padre Santiago Rostom Maderna, quien comparó los sueños del Proyecto Educativo con los sueños de san José, ya que a Él se lo conoce más que nada «por sus sueños, no tanto por lo que dijo», y que «soñaba y cuando se despertaba hacía». Eso le recuerda al Padre Dios, «porque educación de adultos significa nueva oportunidad», y afirma que «Dios nunca nos deja sin una nueva oportunidad».

Por su parte, Valeria Manzotti, directora del CENS, menciona «que todos los días estamos escribiendo una partecita de la historia de esta parroquia, de esta comunidad, de estos cuatro barrios, de esta escuela». Recuerda que este proyecto nació hace tiempo y que poder tener hoy la escuela es «realmente un orgullo», ya que está llena de dignidad y de oportunidades. También, hace suyas las palabras que el P. Bachi mencionó la semana pasada en la inauguración del colegio primario: «la educación no es caridad, es justicia». Y de allí, concluye que «en ese camino vamos, y en ese camino seguiremos construyendo la historia de esta parroquia y de esta comunidad».

A continuación, compartimos las palabras del P. Nicolás «Tano» Angelitti:

Dicen que es de buen nacido ser agradecido y no olvidarse de donde uno salió. Cuando tenemos estas pequeñas, para nosotros, grandes victorias, uno hace memoria de cómo estábamos y se pregunta ¿qué nos pasó? ¿qué nos pasó que le fuimos corriendo el cuerpo a la vida del barrio? ¿qué nos pasó que nos olvidamos, que lo dejamos del otro lado de la frontera? ¿Qué nos pasó, mientras tanta vida estaba flagelada desde este lado?
Un cura villero que estuvo tanto tiempo acá y que es un hombre de tanta fe, el otro día, inaugurando la escuela primaria, citó una palabra de la biblia, pero la decía desde la entraña, que es una convicción: que Dios nunca abandona al pobre. Y es verdad que Dios nunca abandona al pobre. Y, aunque todos te abandonen, Dios no te abandona. Dice la biblia: ¿una madre puede abandonar al hijo de sus entrañas? Aunque una madre puede abandonar al hijo de sus entrañas, yo no te olvidaré, te tengo tatuado en la palma de mi mano. Y eso es lo que fue pasando, y somos nosotros testigos en nuestro barrio de que Dios no nos soltó la mano; que la comunidad se fue organizando para parir vida, para crear oportunidades sencillas y concretas para que la vida vaya tomando cauce; y la comunidad fue luchando, fue trabajando, fue sacrificándose mucho y hoy estamos celebrando un montón de oportunidades lindas para nuestro barrio, que se abren, especialmente, para nuestros hijos, pero también para nuestros adultos. Hoy tuvimos el día de alegría de poder formalizar el Centro de Formación de Oficios y la escuela secundaria con el CENS.
Para nosotros eso es un reconocimiento importante, no es un papel más. Para nosotros es una victoria, porque que el Estado nos reconozca quiere decir que estábamos acá. Muchos vecinos de nuestro barrio, con mucho dolor, con muchas situaciones de abandono levantaban la mano y decían: “¡estamos acá!”. Muchos pasaban, peo nadie miraba. Que hoy reconozcan la vida, que siempre nace de abajo, después de mucha lucha, después de mucha fe, después de mucho sacrificio de muchos, para nosotros es una bendición que nos reconozcan. Por ahí no reconocen en un nombre, en una parroquia. A mí me gustaría reconocer como mira Dios, porque Dios no mira la apariencia, sino que mira el corazón en tantos anónimos de nuestros barrios que se sacrifican la vida todos los días para seguir adelante, para tener una vida más digna, para tener una vida más libre, para tener una vida feliz.

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