El obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario para la Pastoral en Villas porteñas, monseñor Gustavo Carrara, animó a replicar la experiencia de las 3C (colegio, capilla, club), a fin de cuidar la vida de la infancia en riesgo en los barrios más vulnerables y contraponerla a la realidad “trágica y dramática” de las otras 3C (calle, cárcel, cementerio).
El prelado lo hizo el 28 de abril al desarrollar ese tema en el Polideportivo Santa Rosa de Lima, donde se realizó un “tiempo social” organizado por el Equipo de Pastoral Social de la diócesis de San Justo.
Más de 250 agentes pastorales, sociales, educadores y representantes de los merenderos y comedores, participaron de esta jornada que tuvo como objetivos “reflexionar y compartir herramientas de abordaje de distintas problemáticas” en los barrios de las periferias del municipio de La Matanza.
Asistió el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, junto con jóvenes de las comunidades «El buen samaritano» del presbítero Basilicio Britez, «Hogar San José» del presbítero Nicolás Angelotti, además de los presbíteros Daniel Echeverria (Fundación Concordia), Mauricio Cardea (Villa Las Antenas) y Ramiro Borelli (Ciudad Evita).
Mons. Carrara sugirió delinear o poner “fronteras pastorales” para desarrollar esta experiencia de las villas porteñas en otros asentamientos urbanos y destacó que el concepto de las 3C (colegio, capilla, club) constituye “una idea creativa para buscar nuevos caminos y dar pertenencia e identidad en lugares sanos y dichosos, para ayudar a crecer bien y a cuidar la vida”.
Por su parte, monseñor García valoró la importancia de estos espacios de reflexión, pero pidió ponerse en acción y en práctica el amor que “no se piensa ni teoriza”.
“Esto no pretendió ser una charla formativa e informativa sino de contagiar y entusiasmar desde una experiencia, y poder animarnos a un poco más, a abrir la cabeza para no quedar metidos en un pequeño rulo parroquial o institucional, y la realidad es hoy”, sostuvo el prelado anfitrión.
“Sobre todo estas realidades son más hoy que otras realidades, porque hoy los chicos están en la calle, hoy los chicos están consumiendo, hoy los chicos están adelantando su cementerio”, advirtió.
El obispo matancero agradeció a monseñor Carrara por entusiasmar cada vez más a estos agentes pastorales en el desafío de “sanar heridas, acompañar la vida, de cuidar la vida”.
Además de las exposiciones y una ronda de preguntas y diálogo, se entonaron canciones, se hizo un mural con las manos e intenciones de cada participante.
A monseñor Carrara se le entregó como presente una imagen del Buen Pastor y el libro “Dios es joven” del papa Francisco.+
Fuente: AICA