Sanar es Curar Heridas

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Por primera vez en su historia, el barrio Puerta de Hierro vio nacer a su sala de primeros auxilios. La sala Madre Teresa está trabajando desde el primer día de su inauguración. Cuenta con atención de médico clínico y dos pediatras. Se encuentra abierta de lunes a viernes de 8.30 a 16 horas y día a día intentará sumar más servicios de salud. En esta página, Cecilia Valencia (vecina y cronista de la Voz de San José) tomó 10 testimonios de vecinos y personas que estuvieron presentes el día de la inauguración.

“Este lugar es signo de Jesús que pasa y se queda en medio de su pueblo dando la salud, consolando y ayudando. No es simplemente una sala de primeros auxilios, es presencia del Dios que viene a salvar a su pueblo”.

Obispo Eduardo.

“Trabajar con la gente del barrio para hacer ésto es una satisfacción muy grande. Más cuando se ve terminada una obra que uno empezó de cero. Hoy es una fiesta para todo el barrio”.

Enrique (vecino y trabajador de la obra)

“Esto es un sueño. Hace más de 40 años que vivo en el barrio y nunca soñé con ésto. Siempre tenemos que viajar, hasta para tomarnos la presión o aplicarnos una inyección. En buena hora. Gracias Padre Tano».

Lucia, vecina.

“Gastroenteritis, diarreas, enfermedades eruptivas. Todos los chicos están con diarrea. De seis chiquitos que vi en un día, cinco estaban de bajo peso. Los chicos gatean en los pasillos en lugares sin red cloacal. No se los puede tener todo el día aúpa porque tienen que madurar físicamente. Hace falta urbanizar para poder contar con una comunidad con buena salud”.

Humberto Zapata

“No pensaba que iba a haber acá en el barrio una sala. Estoy re contenta y orgullosa. Que se cuiden las cosas en la sala. Eso es lo más importante”.

Eduarda.

“Soñar no, porque estamos cansados de estar de promesa en promesa. Desde que llegó este cura acá al barrio podemos ver todo el adelanto de lo que se puede hacer. Creo que puede llegar la urbanización, porque de eso estamos hablando».

Mary.

“Nunca soñé con esto. Es un lugar que hace mucha falta. A mí me va a venir muy bien”.

Rita.

“Estoy emocionada de ver esta realidad. Tantos años de promesas… pero ahora es realidad.”

Lucia Rivarola, vecina.

“Por mis nietos y mis padres que ya son jubilados. Tener ésto acá es un alivio y una alegría.”

Ana, vecina.

“A veces tenemos que ir al hospital, pedir plata para viajar por una emergencia. Esta mejor ésto, al lado de nuestras casas”.

Beatriz
Primero fue un lugar donde se comerciaba muerte, luego un sitio sin techo ni paredes, cinco meses después un centro para cuidar la vida. En la entrada, una placa agradece a todos los vecinos y vecinas que pusieron sus manos trabajadoras para que ésto fuera posible.

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