Haciendo Historia, Hoy…

“Haciendo Historia, Hoy”…  Esta frase puede leerse en las gorras que llevan como distintivo un grupo de jóvenes de la parroquia, más precisamente, Juventud San José. De ella, es importante destacar que no sólo es una expresión de deseo o una pauta de ideales o sueños de un futuro, sino que es una premisa de un movimiento que se pone en marcha, que no se queda quieto, sino que se manifiesta en la pasión por la vida compartida en comunidad, que se anima a transitar un camino lejos de la comodidad de un sofá y se pone las zapas para contagiar un aliento de Vida que hace historia. Y ello, sin duda, podría ser una respuesta a lo que el Papa Francisco sueña como “una opción misionera capaz de renovarlo todo”. Y cuando se junta la misión con la juventud, es decir, cuando los pibes se ponen en #ModoMisión, eso se nota. ¿Y cómo se nota? Cabe recordar que el año pasado, en vez de un campamento de invierno, los chicos prefirieron hacer una misión en el Barrio Nicole  -aquel que recibe ese nombre por el juego de palabras que hace referencia a las ausencias “NI COLEgio, Ni COLEctivo”-, recorriendo sus calles, visitando cada casa, cada familia, cada persona, abrazando a cada uno en la dificultad de la soledad, de la precariedad, del dolor o en la alegría que surge del encuentro y, para muchos, del saber que Dios siempre está, aunque a veces uno pueda olvidarse o no tenerlo presente. Definitivamente, la misión es eso: llevar el amor de Dios a cada rincón. De hecho, en esa oportunidad, se hicieron bautismos comunitarios, plantación de árboles, juegos para los chicos, fiesta de los jóvenes, maratón para las familias, etc. Aquello, que podría haber quedado en una gran anécdota pasajera, quedó como cimiento para lo que se vendría después. A decir verdad, a partir de allí, se empezó a gestar un nuevo centro barrial y, hoy, podemos decir con certeza que ya se está construyendo la casa hogar para los hermanos en situación de consumo problemático. Y, allí, se siguió compartiendo en adelante algunos findes adicionales de misión.

Asimismo, también se continuó con el aporte a la misión del barrio. Consagrados a la Virgen de Caacupé, en Caravana, se han recorrido los cuatro barrios llevando la bendición en el día de nuestra madre. Y no sólo eso, sino que la misión también se hizo presente en los Complejos Habitacionales que rondan la rotonda de Tablada.

Por otra parte, como muestra de que para el amor no hay fronteras, el grupo Juventud San José, se trasladó en #ModoMisión al Pueblo El Libertador, ubicado en el Departamento Esquina, provincia de Corrientes. Allí se fue, donde el pueblo recibía a los jóvenes con los brazos abiertos, para compartir con cada familia desde las zonas urbanas hasta los rincones rurales más apartados. Incluso las radios locales se hicieron eco de lo acontecido. La primaria local fue la base de misión, ubicada frente a la plaza principal. Allí se compartió la primera misa, dedicada especialmente para rezar por los enfermos. Al siguiente día, además de un caminar infatigable, se realizó una jornada deportiva donde, además del clásico fútbol, no pudieron faltar los juegos incasables con agua. Además, se hizo la visita y bendición de las tumbas del cementerio nuevo y el antiguo, un encuentro bíblico, la misa comunitaria en la capilla Sagrado Corazón, donde el P. Tano compartió el asombro al encontrarse con un pueblo que: tiene su tierra, su modo de vivir, sus valores de fraternidad, hombres y mujeres trabajadores, honrados, justos, solidarios con el poriajú, con aquel que la está pasando mal ,que es algo tan del Evangelio de Jesús; tienen en la Virgen de Itatí su chamamé, sus comidas, su tradición, su cultura, sus papás, sus abuelos, aquellos que partieron a la casa del Padre del Cielo y aquellos que vienen a seguir haciendo huella en este mundo a ser y tirando para adelante la esperanza. Luego, para cerrar la noche, se compartió una peña familiar, compartiendo la cena todos juntos, animados por los artistas del pueblo, los misioneros y el baile de la juventud.

Desde la siguiente mañana, se siguió recorriendo los parajes y llegó el turno de la Caravana de la Virgen por todas las calles del pueblo. Junto a los vecinos y con el camión de bomberos llevando la imagen del patrono y Ntra. Sra. De Itatí, se hizo un santo lío, con banderas y canciones, llevando la bendición a cada rincón. De esta experiencia, una vecina reconoce que fue algo maravilloso el ver cómo, incluso, personas que no son católicas, abrían las puertas de sus casas, le pedían al P. Santiago bendecir a sus hijos e hicieran entrar a la Virgen; fue algo emocionante, ver la primera vez que la Virgen sale a recorrer el pueblo El Libertador de este modo.

El último día, se llevó a cabo la Fiesta de los Bautismos compartiendo con los nuevos hermanos y las familias y dando clausura a la misión en el pueblo. Allí, en palabras finales de los misioneros, se expresó las expectativas con las que llegaron, los miedos por la incertidumbre de no saber si la gente iba a abrir las puertas de su casa y lo que finalmente sucedió: una recepción, hospitalidad y diligencia maravillosa, tanto para los hogares como para hace llegar a los misioneros a cada zona habitada. Por ello, el agradecimiento infinito al pueblo y el deseo de volver “para continuar todo esto que ya comenzamos”. Desde la comunidad local, también, surgió el agradecimiento porque han sentido la presencia de Dios en cada uno de los misioneros, en lo que sintieron que han dejado algo sellado en los vecinos y, especialmente, en sus hijos que han participado, razón por la que proponen prepararse con más entusiasmo para que puedan regresar. Hecha la invitación y con mucha emoción, el grupo de jóvenes local obsequia a los misioneros una bandera que reza: “San José, gracias por hacer Historia en Nuestro Pueblo”.

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