«NUNCA DIGAN NO PUEDO», P. Tano

Damián Alejandro Cano | Hogar de Cristo

Llegó hace un poco más de un mes al Hogar de Cristo. Criado por sus abuelos, había quedado solo de muy chico cuando ellos fallecieron. Vivió la calle, el flagelo de la adicción y el abandono total. La vida lo había golpeado tan duro que decidió quitársela. Pero tal como él dice “Dios es grande”. El pibe de Laferrere se salvó, y empezó una nueva vida.

En una entrevista con Paola Díaz en la Voz de San José (FM 105.7) contó que hoy se siente un hombre nuevo. Tanto como para trabajar aun cuando parece imposible. El día de la foto, la comunidad de San José se encontraba mejorando un terreno. Damián se bajó de la silla y se puso a cortar la maleza con el machete. ¿Por qué? «La gente me motivó. Y el Padre Tano. Cuando todos te dicen fisura, él te da la mano. Y si te caes te la vuelve a dar. Pensé que si todos estaban ayudando, yo también podía. Me faltan las piernas, pero tengo manos. Yo también puedo, me dije: quiero demostrar que se puede. Piensen en que los puede hacer feliz… y no se detengan nunca».

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