Como Exploradores de San José visitamos las montañas y senderos de Cabana, provincia de Córdoba.
Acogidos por el obispo Alejandro Benna, plantamos base y nos preparamos para la aventura. Representando las sedes de Medalla Milagrosa, María, Madre del Pueblo y Ntra. Sra. de la Esperanza ordenamos y preparamos las carpas para, luego del almuerzo, encaminarnos a un pequeño arroyo cercano en el que comenzamos a reflexionar sobre los valores misioneros propuestos por el Papa Francisco: primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar.
Al día siguiente, comenzamos con entusiasmo la travesía a La Cascada de la Gruta Seca. Espinas, raspones, calor y mucha caminata, fueron algunos de las cualidades del camino hasta lo alto de la montaña en el que las historias, los chistes y los recuerdos primearon los diferentes momentos y llenaron los silencios con risas y charlas entre compañeros.
Los paisajes y los baños en el río se volvieron habituales en cada día y, acompañados de la mística, enriquecieron la experiencia. En el ocaso, entre pastizales y luciérnagas preparamos el vivac. Montañas, cascada, estrellas y la luna llena fueron la postal de una noche inolvidable al aire libre.
La vuelta marcó un antes y después entre todos. Cada paso en el sendero de regreso representaba un logro alcanzado vivido con nuevas amistades y nuevos desafíos. Al principio, las diferencias por pertenecer a barrios distintos era notable. A la vuelta, se notó un grupo hermanado, una sola familia: Exploradores de San José.